Imagínense por un momento qué hubiera ocurrido si no hubiésemos contado con soluciones digitales durante los periodos de confinamiento debido a la COVID-19. El impacto a nivel social, político, laboral, económico y educativo hubiera sido peor de lo que ya es, y podríamos afirmar sin miedo a equivocarnos que hubiéramos tardado muchos más años en recuperarnos de lo que, a priori, nos va a costar. Quién lo iba a decir, pero parece que esa adaptación tecnológica que habíamos estado implementando en nuestro modo de vida durante los últimos años venía a prepararnos para una situación como la que hemos vivido recientemente.
Si bien ya convivíamos con todo tipo de plataformas digitales y medios tecnológicos, los procesos de transformación digital se han visto acelerados para dar una respuesta a la paralización de la actividad a la que nos obligó la pandemia, sobre todo en el ámbito laboral y educativo. En un estudio realizado por Randstad, relativo a una comparación de los últimos años con el segundo trimestre de 2020 en materia de teletrabajo, de 915.800 personas que trabajaban de forma telemática en 2019, pasaron a ser más de 3 millones de personas a finales del año 2020. Un incremento de más del 200%, o lo que es lo mismo, de las casi 19 millones de personas ocupadas en nuestro país, el 16% trabaja desde casa.
Estos datos son solo una pequeña muestra de que la transformación digital forma parte de la nueva realidad y que, sin lugar a dudas, es posible llevar a cabo una gran cantidad de procesos y actividades a través de un ordenador. No solo se queda en el ámbito laboral, esta cuestión se extiende directamente al panorama académico, ya que, durante los primeros meses de la pandemia, las aulas fueron trasladadas a millones de hogares españoles.
Este escenario ha tenido consecuencias directas que han puesto de manifiesto una serie de problemas específicos. En ciertos aspectos, se ha comprobado que nuestro sistema educativo necesita una actualización y readaptación de metodologías y procesos necesarios para satisfacer la demanda actual. Las plataformas virtuales y los recursos educativos que los colegios venían utilizando de un tiempo a esta parte, y que se utilizaban de forma generalizada en muchos centros, estaban ahí como refuerzo, pero no como parte principal de los procesos formativos.
¿Es ahí donde entra el futuro de la educación o ya estamos inmersos en un proceso en el que no hay vuelta atrás? Hemos hablado con varios expertos para ahondar un poco más en la cuestión y saber en qué punto nos encontramos y saber a dónde nos dirigimos.
Digitalización en el aula
Cuando hablamos de digitalización en el aula estamos refiriéndonos a la adaptación de los materiales analógicos como libros, cuadernos, ejercicios, procesos de evaluación, gestión docente y metodologías de aprendizaje, a entornos digitales y herramientas tecnológicas que permiten las mismas funciones.
Todos los planes educativos dirigen su mirada hacia la formación online y a potenciar el aprendizaje con herramientas digitales. Y no solo para la educación en sí, también para la gestión diaria de los docentes y su control en la evolución del alumnado. Grandes empresas como Google o Apple ya han apostado por la creación de herramientas para esta cuestión, como Google Classroom, una plataforma para la gestión del aprendizaje o Learning Management System.
En este caso concreto, estamos hablando de una plataforma gratuita desde la que es posible la gestión de clases online, presenciales o mixtas. Permite crear documentos de cualquier tipo, compartir información en diferentes formatos, establecer reuniones, crear calendarios, realizar encuentros virtuales y, sobre todo, crear un entorno de comunicación entre alumnado y profesorado. Desde la perspectiva del docente, permite llevar el control de la evolución de cada alumno, sus calificaciones, trabajos entregados, etc. Además de poder acceder a la herramienta desde cualquier dispositivo y cualquier lugar con conexión a Internet.
Este tipo de herramientas son las que definen a la perfección el concepto de digitalización en el aula, todo un entorno de aprendizaje diseñado para redefinir el concepto de enseñanza. Pero hay más, mucho más.
Constantemente salen al mercado nuevas aplicaciones con las que poder abordar la enseñanza desde un prisma diferente y dar nuevos niveles de profundidad a la educación. Solo por mencionar algunas, Anatomy Learning: atlas de anatomía 3D, es una aplicación con una interfaz táctil 3D que permite visualizar los huesos y músculos de forma interactiva, de tal forma que los estudiantes pueden ‘poner o quitar’ distintas capas a los cuerpos. Nada que ver con las ilustraciones estáticas de un libro. CASIO ClassPad permite realizar todo tipo de operaciones complejas a través de la pantalla del móvil, e incluso hay aplicaciones que nos pueden ayudar con la pronunciación de diferentes idiomas atendiendo al alfabeto fónico como Sounds: Pronunciation App.
La tecnología también nos ha brindado maravillas como la realidad virtual, que en educación tiene aplicaciones casi infinitas. A día de hoy es posible trasladarse in situ, mediante visores adaptados, hasta la Antigua Grecia, visitar el Museo Británico, o incluso ser protagonista en hechos históricos como la toma de la Bastilla en el París de 1789.
Ventajas y desventajas de la digitalización
Ventajas
Desventajas
El manejo de dispositivos tecnológicos potencias el interés por la investigación por parte del alumnado.
La comunicación con compañeros y profesorado es instantánea y puede realizarse desde cualquier lugar con conexión a Internet.
Potencia la curiosidad del alumnado en temas que de otra forma podrían pasar desapercibidos.
Es más atractiva para el alumnado en general.
El alumnado aprende a desenvolverse en entornos tecnológicos.
Potencia el aprendizaje colaborativo.
Requiere dispositivos que pueden no estar al alcance de muchas familias (brecha tecnológica).
Tiene un alto coste de implantación en la escuela.
Requiere de formación específica por parte del profesorado.
Puede provocar el aislamiento en detrimento de las habilidades comunicativas.
El hecho de que en Internet se pueda encontrar cualquier tipo de información, hace que el alumno pierda su capacidad de procesar y entender la información.
Son necesarios filtros y educación en nuevas tecnologías para su uso.
Asignatura pendiente
Si bien la tecnología está al alcance de nuestra mano, todavía quedan muchas asignaturas pendientes. En primer lugar, está en manos del profesorado saber cómo integrar correctamente esta educación digital en los itinerarios formativos, pues no siempre existe una adecuada metodología de aprendizaje que incluya herramientas digitales para alcanzar los objetivos de evaluación.
También es un hecho que la digitalización en la educación está haciendo que aparezcan nuevos problemas, como la disminución de las habilidades de ortografía, la capacidad de razonamiento y síntesis, o el hecho de que alumnos que requieren una supervisión y control constante se vean abrumados por la autonomía que se hace necesaria en la utilización de muchas herramientas digitales.
La evolución tecnológica sigue avanzando para cambiar el panorama educativo a una velocidad vertiginosa, y supone un reto para todos los actores educativos poder estar a la altura de poder aprovechar esa circunstancia. Tenemos los medios, sí, pero ¿tenemos la capacidad?
El siguiente paso
Es difícil aventurarse a hablar de cuál será el siguiente paso en la educación, ya que quizá estemos limitados por la tecnología de nuestro tiempo como sucedía hace poco más de 20 años, pero lo que sí es un hecho es que tenemos que comenzar a incluir esa posibilidad en el diseño de metodologías de aprendizaje.
La educación no es un ente estático, sino que está sujeto a la evolución tecnológica y a las necesidades de aprendizaje que demanda la sociedad en un determinado momento. La educación en nuevas tecnologías no era necesaria hasta hace pocos años, pero ahora ha adquirido una importancia capital para el correcto desarrollo de estos nativos digitales. Quizá en un futuro sea más importante apostar por diferentes tipos de educación según las capacidades y aptitudes de cada alumno que ofrecer una educación estandarizada, no lo sabemos.
Lo que sí sabemos es que debemos prepararnos para la posibilidad de que una nueva educación esté llamando a nuestras puertas, y que vamos a tener que readaptar nuestro pensamiento y nuestras metodologías a estas circunstancias.
Hemos hablado con el director del Colegio Montearagón, Juan Herminio Duarte; el Coordinador de Formación del Colegio Montearagón, David Pérez; el director de Contenidos Digitales de Santillana, José Manuel Cerezo; y el Cofundador de Imasconno y Presidente de AJE Aragón, Pedro Lozano; para hablar sobre todas estas cuestiones.
Podéis echar un vistazo a nuestro blog para estar al tanto de las últimas novedades en materia de educación, o podéis leer el artículo anterior de ‘La Educación a Debate’ sobre la ley Celaá.